Negocios de otro tipo

NEGOCIOS DE OTRO TIPO

El negocio mercantil de Don R(abarrotes y demás)en los años 60-70,  contaba con una red de distribución en diferentes direcciones y distancias de Corestes Pereyra. Los camiones cargaban mercancía y luego iban pueblo por pueblo o rancho por rancho entregando a domicilio lo que previamente  habían pedido, como decía Don Alcibiades, “ya esta muy desparramado Don R.”

Una ruta iba de Corestes rumbo al nornoroeste por caminos de tierra,  pasando por Cantarranas, Tanque Grande, Rancho Nuevo, El Carrizo, La Navecilla, La Flor, La Estancia, Santa Ana, hasta llegar a La  Providencia.

Otra ruta iba de Corestes rumbo al sur por caminos de tierra, pasando por Matalotes, Amador, Providencia, El Terrero, Cinco de Julio, San Bernardo, Magistral, Santa Maria del Oro e Inde.

Otra ruta iba de Corestes rumbo al este-sureste por caminos de tierra, pasando por La Rueda, San Gabriel, Villa Ocampo, seguía un tramo de carretera hasta llegar a Las Nieves y luego tierra otra vez, Canutillo, Encino de la Paz, El Jaguey, La Puerta de Cabrera,  Los Azules y Santa María del Oro.

El negocio forestal(aserradero, maderas) implicaba trasladar la madera del aserradero que estaba ubicado cerca del Cocono, Turango (en la sierra alta),  a  Corestes Pereira, donde estaban ubicados los patios de almacenamiento de la madera para clasificarla  según su calidad y posteriormente embarcarla por ferrocarril a los clientes  a diferentes partes del país. Para hacer este recorrido había dos caminos, uno era solo por el estado de Turango, y salía del aserradero, pasando por El Cocono, El Ojito, La Medalla, La Quebrada, San Pedro, Guanacevi, El Colorado, Providencia, Amador, Matalotes y llegando a Corestes.  Y el otro camino era saliendo del aserradero, pasando por el Cocono, La Rosilla, San Francisco, Las Pomas, San Jose, La Cimbra, Mesa de las Coloradas, El Ojito,  entrando al estado de Tihuahua, Puerto Justo, San Jose de los Baylon, Carral, Matamoros, Los Charcos y entrando otra vez a  Turango para llegar a  Corestes,         como se ve por nombres de pueblos hay imaginación suficiente pa cualquier obra.

La actividad era constante, todos los días, camiones iban y camiones venían recorriendo estos caminos de Dios, “que a veces no los tenia tan presentes”, como decía Don Dionisio, que un día en la sierra se fue con su camión por un barranco  y salió con tres costillas quebradas y el camión desmadrado o sea perdida total “como se dice ahora”.

En la sierra alta se sembraba maíz, que nunca faltaba pa la tortilla con chile, para  tacos,  para el pinole(maíz dorado en comal y molido con algo de azúcar y canela) y también para uno que otro tesguino (bebida obtenida del maíz con un proceso de fermentación), también se sembraba el frijol que era el alimento que no podía faltar, porque si no había frijol, “qué comerán los niños”, decía Doña Clotilde, era la pareja por excelencia del maíz:  estos dos cultivos aseguraban la sobrevivencia de la especie humana en esas regiones.

 Pero también había otro tipo de cultivos que no eran propiamente alimenticios, decía Don Jacinto, “son pa que se distraiga la raza”, y estos se manejaban no abiertamente y con cierto sigilio, en la medida de los posible;  Asi que en la sierra, dadas su condiciones geográficas, se producía “Juanita” con abundancia y de calidad, lo que hacia que los vecinos del norte después de la frontera del Rio Bravo,  la solicitaran con asiduidad y entonces el detalle era como transportarla desde la sierra hasta los lugares donde era requerida.

Don Julián, uno de los hombres fuertes de este negocio, dando una vuelta por la zona se percato del movimiento de los camiones y se puso averiguar a quien le transportaban y cuales eran sus rutas y uno de los nombres que salió a relucir fue Don R, así que le encargo a su segundo, Don Romualdo,  que se apersonara con el y le consiguiera una cita en Corestes.,

Don Romualdo llegó a Corestes y busco a Don R, que andaba en los patios y almacenes de la madera,  que era un lugar abierto y sin muchos curiosos, y se presentó con el,  ” Don R”, vengo de parte de Don Julian, que es una persona que tiene muchos negocios y que piensa que los negocios suyos por estos rumbos le pueden ayudar a el y a uste también beneficiarlo , asi que quiere platicar con  la semana entrante aquí en Corestes,     y de que negocios estamos hablando, pregunto Don R,     pues son negocios especiales, pero de “alta utilida”, pero Don Julian se los platicara mas a detalle,    pues yo aquí estoy la semana entrante asi que aquí lo platicamos.

 Don R si había oído mentar a Don Julian con relación al negocio de la “juanita” pero como que nadie lo conocía, era como un fantasma, asi que pensó, que me ira a proponer este, bueno la semana entrante nos enteraremos, por lo pronto le dijo a Don Alfredo, hay que estar al pendiente porque cualquiera de estos días nos caera visita muy especial, no sueltes tus herramientas(armas) y dile al velador de la noche que este muy atento también, no son gente violenta, pero mas vale estar prevenidos, decía don Narciso, “hay que dormir a medias, con un ojo abierto y el otro cerrado.

 Pasaron varios días sin novedad, hasta que un dia, Don Alfredo que estaba en la entrada principal del negocio, vio llegar unas camionetas nuevas y no de esos rumbos,   entro y le dijo a Don R, creo que llegaron sus visitas que estaba esperando,    muy bien dijo Don R,  tu no te alejes mucho,    Don R estaba en su oficina revisando unos papeles, traia una chamarra ligera, porque por las mañanas todavía se dejaba sentir el freso, asi que discretamente saco del cajón del escitorio una herramienta(arma) que guardaba ahí y se la encajo en la cintura, decía Don Jose “por aquello de que algo se pudiera ofrecer” , al minuto tocaron la puerta, que era de vidrio, y don R vio a tres personas afuera y dijo adelante, nada mas paso uno y las otras dos se quedaron donde estaba Don Alfredo,        Buenos días Don R, soy Julian Tillaseñor para servirle ,    igualmente aquí estamos, contesto Don R,   venia a platicar de negocios con Usted, pero ojala fuera en un lugar mas privado, dijo Don Julian,          porque en la oficina de Don R   estaban dos secretarias y la cajera general del negocio y cualquier palabra pronunciada era escuchada por todas las personas,        Don R, rápido pensó, para afuera no me salgo,      pero le dijo, si como no, vamos a la parte de atrás del negocio, sígame,         y se adentraron en los cuartos aledaños que almacenaban azúcar y harina,     ya en privado y solos los dos ,   Don R le dijo, de que negocios quiere platicar Don Julian,     pues mire yo soy de pocas palabras y mas acción y mi negocio es llevar la” juanita” de la sierra al otro lado de la frontera con los primos, será buena será mala, yo no se, pero es un negocio que deja para todos y yo estoy dispuesto a compartir las ganancias,   quiero apoyo para transportar la “juanita de la sierra  aqui a Corestes o  a Carral,  de ahí en delante yo me hago cargo de lo demás,  yo se que tiene sus negocios de abarrotes y maderas y que le va muy bien, pero creame que no estamos hablando de pocos dineros, si le digo que el negocio da, es que da para todos, y unos pesos, no pocos, no le caen mal a nadie,  además  usted es muy conocido y apreciado, asi que eso va a facilitar las cosas y a todos nos va a ir bien.  

Don R le contesto,  le agradezco la opinión sobre mi persona Don Julian, pero déjeme le comento algunas cosas que espero que usted me entienda, yo empece de cero, barriendo y cargando bultos y llegar hasta aquí me ha costado mucho trabajo y esfuerzo, también a mi señora, que me ha apoyado,  siempre he estado en negocios de este tipo,(no le quiso decir negocios dentro de la ley para que Don Julian no se ofendiera, como decía Don Melquides,” no hay que dejar la víbora chirriando”)  son mi giro y es lo que me gusta, y pues bueno no me ha ido mal, como usted lo ve,  a nadie le cae mal el dinero, pero ahorita yo duermo tranquilo y no ando volteando cada rato a ver mi sombra, a estas alturas para que complicarme la vida, además tengo todavia mucha familia por sacar adelante , hasta nietos llegando,  ya anteriormente me habían hecho propuestas de otros tipos, pero como le digo, esta es mi línea de negocio y asi quiero seguir, yo respeto los negocios de todo el mundo y espero que a usted le vaya muy bien, pero yo no lo puedo apoyar,    Don Julian le replico,     no va a haber problema, a usted lo conocen bien las autoridades de Turango y Tihuahua,                     pero me conocen y respetan porque ando en estos negocios,   contesto Don R,    como con el ganado  “para que mezclamos las paridas con las preñadas”,      se rio Don Julian y le contesto,    ya me habían dicho que no le iva a interesar, pero no hay peor lucha que la que no se hace, le suplico mantener esta platica en privado y fue un gusto conocerlo,      Don R comento,     por mi esta platica nunca existió y seguimos a sus ordenes por si otra cosa se le ofrece, le acompaño a la salida.

Se despidieron de mano,  Don Julian y sus acompañantes abordaron sus camionetas  y se enfilaron rumbo a san Gabriel, por esos caminos polvosos de Dios,  Don Alfredo al lado le pregunto a Don R, todo bien patrón ?   si Alfredo, todo bien, “cada yunta a su sembradio”, sigamos con nuestro negocio,, pero tu sigue con un ojo al gato.

 

comtinuara