Algunos Veranos Atrás

Extracto del Libro de Don R

Terminaba una vez mas un ciclo escolar (septiembre-junio) y todas(os) los estudiantes salian con ansias a las ansiadas vacaciones, no importando la edad de los mismos, desde el kínder hasta lo mas pa rriba.

Las hijas de Don R y Doña Ch no eran la excepción, estaban estudiando en la capital Turanguense sus primeros años de la primaria, vivían con sus abuelos maternos, ya que en Corestes Pereira, donde Don R estaba iniciando sus negocios, rancho-pueblo o pueblo rancho, no había escuelas adecuadas, o mas bien no había escuelas, y para Doña CH la educación de sus granitos de oro era algo primordial, cualquier sacrificio valía la pena, y se acordaba como sus padres se habían sacrificado por ella y la habían enviado a estudiar al Paso Texas, para que fuera una mujer preparada y con educación: el enviar era entre paréntesis, porque había que ir a llevarla(s) al lugar donde ivan a estudiar y esto implicaba muchas horas de viaje por caminos poco transitados, no muy seguros, pero eso si, Decía Doña Benita, “con la vigilancia del Eterno”, y usando los medios de transporte requeridos, de cuatro patas o de cuatro ruedas.

Pues bien, Don R y Doña Ch partían muy de madrugada, cuando” Dios todavía no amanecía”, de Corestes Pereira hacia Turango y si el rio los dejaba pasar y el Eterno los acompañaba, llegarían a la Capital ya pardeando la tarde o entrando la noche, bastante molidos o achingatados, pero sanos y salvos y con la gran alegría de ver a sus hijitas y Doña Ch de ver a sus papas.

Una vez pasados unos días familiares, había que regresar a Corestes, pero el viaje de regreso implicaba mayores cuidados porque ya no se regresan solos, los acompañaban tres niñitas, mas pipiolera adicional, como diría Don Sevedeo, “uno como quiera, pero la familia es otra cosa”, asi que había que cargar desde cobijas, comida, ropa de cambio, herramientas del mueble(vehiculo) y hasta una que otra arma, porque uno no sabia que se podía presentar a través de un muy largo dia,  desde coyotes hasta coyotes bigotones., Una vez alistado en la noche todo lo anterior, estaban listo para partir y lo tenían que hacer mas temprano aunporque había mucho nuberío, grueso y oscuro.

 

A las tres de la mañana Don R recordó(se despertó) vio el el reloj y pensó “al que madruga Dios Le ayuda” , movió  a Doña Ch, le dijo, es hora y rápidamente se levanto, se vistió, con excepción de la camisa, fue al baño a rasurarse y una vez terminado, se puso la camisa y fue a la cocina a preparar café, pero ya estaba ahí Mama Adela con café listo, Don R lleno su termo y salió a terminar de cargar y Mama Adela fue a ayudar a levantar a las niñas, prácticamente dormidas las vistieron, las subieron al mueble y las acomodaron entre cobijas y almohadas, Don R dijo, “vámonos, vámonos,  ya es hora”, Doña Ch se despidio de sus papas, de quienes recibió la bendición acostumbrada para ella y para las niñas, los ojos mediose humedecieron pero hasta ahí llegaba la cosay musitando” Dios por delante” partieron.

Yapara las cinco y media de la mañana empezó a clarear y Don R avivo sus sentidos, porquela visibilidad se dificultaba ya que era un periodo de tiempo donde se filtraba por el rumbo del Este algo de luz, pero seguía reinando la oscuridad, así que el panorama era medio nebuloso,  las vacas parecían fantasmas en la lejanía, pero después de varios minutos había mas luz y ya empezaban despuntar los primeros rayos del sol y la luz anaranjadona iba descubriendo todo el verde paisaje, a Don R este momento en especial le agradaba mucho, “el nacimiento del día” decía y se acordaba cuando muchos años atrás salía todos los días a esas horas con Don Usaac(su padre) rumbo a la labor a la siembra de maíz..

¡Los tragos al café despertaban, reconfortaban y desapendejaban!, Decia, Don Salustio, y Don R con su termo al lado confirmaba lo anterior, ya para las nueve de la mañana estaban parándose a estirar las piernas y cargar gasolina en El Salto y un rápido desayuno no cai mal, porque había mucho camino por delante, asi que el machacado con huevo de “el Paradero” cai a todo meter, Decia Don R.

Ya desayunados y montados en el Ford mercury continuaban el viaje

Continuara......