Extracto del Libro de Don R
Don R sufría mucho al ver a Mama Lala en ese estado de postracióny se sentía impotente para ayudarlaa salir de esa enfermedad llamada “artritis” que le causaba muchos doloresy le enjutaba sus manos y pies, que prácticamente la inutilizaban totalmente. Mama Lala vivía con la Tía Nita y su familia , desde que esta enviudo, así que ella le proporcionaba los cuidados y atenciónbásicos que se requerían en esa vida de viacrusis “decía la comadre chona” y Don R los ayudaba económicamente para que no les faltara el pan de cada día. Los doctores no veían una salida a esta enfermedad, “ pero la esperanza de los enfermos y sus parientes, así como la de los condenados, muere al último del último, “ decíaDon Salvador, un boticario respetado, así que Don R no dejaba de buscar medios que le dieran cierto alivio a los dolores de su madre.
Vamonos pa Tamargo , decía Don R, y Mama Lala ya estaba lista y pronta para salir, nunca decía que no; en Tamargo había una zona de veneros deaguas con azufre que brotaban del subsuelo a alta temperatura y que los recomendaban mucho para este tipo de males, “ay nanita, con esta temperatura hasta el alma se purifica”, musitaba Don R, cuando se metía a las pozas cargando a su madre y poco a poco la sumergía en el agua azufrosa, y de verdad se requería cierto tiempo para que el cuerpo fuera soportando gradualmente dicha temperatura, porque el que entraba rápidamente quedaba como gallina desplumada. Eran dos o tres días de baños, purificación y santificación de Mama Lala, Don R, Doña Ch y parte de la pipiolera que los acompañaba, los cuales los tomaban como vacaciones y diversión, pero a final de cuentas los baños cumplían su función parte física y parte psicológica, porque Mama Lala se sentía “ mejoradita” con menos dolores y con poquito más de movilidad y Don R sentía satisfacciónpor haber podido darle a su madrecierto alivio.
En este día de las Madres recordando a Mama Lala, Don R no podía dejar de olvidar los baños de azufre conlos gestos de dolor de su madre al entrar en contacto con el agua casi-hirviendo, la parsimonia y precaución de Doña Ch al entrar a las pozas. la algarabía de la pipiolera que se metían sin mayor preámbulo ycómo quedaba su propia piel después de estar un rato en ese peladero donde se le caía todo el polvo anquilosado, siempre el polvo, de andar todo el tiempoen el camino; pero por su madre y por su esposa-madre se metería al mismísimo infierno si fuera necesario hacerlo, Mama Lala había sacado a su familia adelante cuando le toco hacerlo a consta de muchas cosas y Doña CH tenía una vocación natural para la crianza y el cuidado de toda la pipiolera, que no era poca y de todas las edades y que cada vez demandaban más atención, cuidado, cariño, amor, y muchas cosas más.
Don R pensó para sí, Feliz día de la Madres, que lo tienen bien merecido.
Continuara......