Influenza

Extracto del Libro de Don R

Aunque las noticias del mundo llegaban en forma muy espaciada a México y en ellas se comentaba de una temible enfermedad o epidemia que estaba causando muchísimas muertesen todas partes, en aquellos días en la ciudad de Tihuahua “Don R” a sus 18 años, libraba una lucha a muerte también por sobrevivir o simplemente por contar con algo para comer ese día,” ya la había librado”, como decía el, de los días más aciagos de la revolución , y ahoraensimismado en sus pensamientosno se percato que se acercaba a la esquinadonde el estaba,” la carreta de la muerte” tirada pordos burros viejosbastante trasigados, que encada rodada de sus anquilosadas ruedas de maderapareciera que se iva a desvencijar, llevandocomo carga preciosa a varias paisanos que habían sucumbido en la noche anterior a la “ gripa española” y hacían su último viaje al noreste de la ciudad donde serían aventados a una fosa común, atascados de cal, por aquello de la desinfectada , cubiertos de tierra rápidamente para no esparcir el mal y no atraer a Lucifer ; no había rezo, no había novena, no había agua bendita, ni cura que los despidiera, simplementetierra milenaria y olvido eterno.

Eseaño de 1918 sería recordado en todo el mundo por los estragos tan grandes y tan rápidos que causo la influenza , que se le llamo la gripe española yla ciudad ya llevaba también unos cientos de cristianos en esta pavorosa cuenta“ytambién cristianas”, decía doña Castulita.

Pues bien, dicha carreta la llevaba, como todos los días, “Bucho el loco” que le habían apodado así por no tener sus facultades mentalescompletas, le faltaban dos tornillos, una tuerca y la guasa de pilón, “diríamosahora que tenía capacidades diferentes”; el presidente municipal le dio esetrabajo para que el pobre tuviera que tragar y ademásporque no había nadie más que le entrara a semejante trabajo de “cargar la muerte” con tranquilidad y despreocupación “ y porque a los loquitos los cuida Dios”, decía el Sr. Alcalde.

Al llegar” Bucho” a la esquina donde estaba “Don R” hizo alto en su camino para dar pasoa un grupo de vaqueros que llevaban unas cuantas reses al matadero, “ Don R”  al oír los rechinidos de la carreta ,regreso de sus pensamientos de sobrevivencia y al cobrar conciencia tuvo a la vistala carreta de la muerte, que en ese momento ya cargaba con cinco candidatos a ser encalados;   “Don R” dio un paso atrás por aquello de no contagiarse y también por el respeto que siempre les tenia a los difuntos,  en ese preciso momento uno de los difuntos que todavía no era tal, se empezó a medio enderezar y a emitir quejidoscon los últimos alientos de vida que salían de su maltrecho cuerpo, “Bucho” al oír quejidos inmediatamente voltio hacia su preciosa carga y con mucha tranquilidadle comento “cotate cotate(acuestate) que tu ya estas muerto”  y empujándolo contra los otros difuntos,  arengo y latigueo a su par de burros flacos paraseguir su camino hacia el olvido yla eternidad.

“Don R” se santiguo, pensó en su madre y musito “Mama Lala” cuídame de no pasear con “Bucho” y continuo caminando en busca del pan nuestro de ese día.

Continuará......