Como queriendo volar

COMO QUERIENDO VOLAR

 

Don R venia llegando de Corestes y fue rápido al banco  a hacer unos depósitos que traía en efectivo para no correr riesgos, decía Don Hipólito “no hay que tentar  a los que están tentados”, una vez que hizo los depósitos  fue a saludar al Gerente, que antes había sido su jefe  cuando Don R   trabajaba  ahí en el banco  y para su sorpresa y fortuna ahí estaba  Don Teloy Tallina, dueño del banco,      Don Teloy, que gusto saludarlo   dijo Don R,        R   igual gusto verte, se que ya estás en Corestes trabajando para  los de la “Tilla de Grado”, los vas a ser crecer mucho y no te van a pagar más que unos pesillos,  ya ves como son mis paisanos;  pero el día que quieras y tengas la inquietud de volar solo,  yo te apoyo,  confió en ti y sé que no me defraudaras,  ya trabaste aquí en el banco y nunca te falto  ni un centavo,  ya tienes rato con ” La Tilla de Grado”, primero aquí en Carral y ahora te mandan a Corestes  a que manejes  el  negocio allá, por algo será,  mis paisanos serán lo que serán,  pero pendejos no son,  mas bien “listillos”; así que ya lo sabes,  cuando estés decidido háblame o búscame en Tihuahua para ayudarte a volar solo,  además espero que sigas siendo cliente nuestro ya después,       Muchas gracias Don Teloy, lo tomare muy en cuenta    dijo Don R,      dio media vuelta y se retiro del banco con una sensación de que empezaba como a flotar, decía Don Alcibíades “ agárrenme porque si  no me pierden”.

 

El  pueblo de Corestes estaba empezando a crecer desde los treintas (1930), su ubicación geográfica  en el norte campirano de Turango , su acceso por tren, su cercanía a Carral,  su cercanía a los diversos caminos vecinales regionales , su acceso a la zona serrana, algunos desarrollos mineros que empezaban en sus alrededores , todo esto lo hacía interesante para los ojos de los paisanos  del otro continente que ya estaban hacia tiempecito haciendo negocio en Carral y vieron una oportunidad de ampliar su negocio instalando una sucursal de la “Tilla de Grado” en Corestes  para dominar esta región también;  para esto,  decidieron mandar a Don R, que ya tenía algún tiempo trabajando en la “Tilla de Grado” de Carral  y experiencia anterior en el mundo del abarrote,  aparte era de por esos rumbos y más que todo ,se le veía madera al muchacho, decía Don celestino “ de buen árbol, salen buenas tablas” .

 

Con todo el temor del mundo y todas las dudas posibles, pero con mayores ganas y deseos de salir adelante,  Don R decidió ir a visitar a Don Teloy a Tihuahua esperando que sus palabras en el banco  de un tiempo atrás no hubieran sido una hablada,  decía Don Onofre “ de esa lengua me echo un taco”; le tomo todo el día llegar a Tihuahua,  se instalo en una posada cerca del centro  cerca del banco, pues pensaba ir al banco en la mañana temprano, pues sabía que Don Teloy era madrugador  para eso de la chamba, decía Don Crisistomo” al ojo del amo engorda el caballo”; y así fue, al día siguiente se apersono a la hora de la apertura del banco al público y pregunto por Don Teloy,  no espero mucho cuando oyó la voz de  el que le decía,      pásale  R  a mi oficina, ya sabía que no tardarías mucho en venir, no creo que vengas nada mas a saludarme verdad ¿               pues vengo a buscar su apoyo como usted  me lo ofreció hace poco,  estoy decidido a hacer    negocio por mi cuenta, ya no quiero trabajar para otros,  comento Don R,       ya sopesaste bien los pros y contras ¿  porque aparte del  valor y los destos que hay que tener, también hay que echarle cabeza fría para medir  que se requiere para  que el negocio tenga éxito,    le pregunto Don Teloy,          Si Don Teloy,  ya tengo tiempo en este negocio y ya aprendí  de sus paisanos lo que se requiere para la comerciada ,  conozco muy bien la zona y trabajo para los que serán mi competencia, así que lo que me falta es aventarme al  agua y algo con que flotar,  comento Don R,     bueno, pues que apoyo es el que requieres  o en qué cantidad estas pensando,  le pregunto Don Teloy,      pues yo pensaba si usted pudiera prestarme unos diez mil pesos para poder empezar,   comento Don R,       Que ¿  le dijo Don Teloy,    A Don R se le vino el mundo encima, pensó,  le pedí mucho,    continuo Don Teloy hablando,    diez mil pesos,  que vas a jugar a las muñequitas, o a la comidita ¿    no señor, como tengo confianza en ti, te voy a prestar cincuenta mil pesos para que no batalles,  rápido crezcas y puedas hacerle la competencia  a mis paisanos en aquellas tierras;  cuando ya los necesites, preséntate en el banco en Carral y solicitárselos al gerente, yo le daré instrucciones para que te los proporcione y que te abra una cuenta para que sigas siendo cliente nuestro,  se que vas a salir adelante, así que no pierdas tiempo con dudas y te veré en Carral ya cuando estés encarrilado,  Don R comento,   pero Don Teloy es mucho dinero, yo creo que …. Lo interrumpió Don Teloy, mira R, en este negocio del banco ya he aprendido a conocer a la gente y  saber a quién le va a ir bien y a quien no prestarle, así  que siento que contigo no corro riesgos mayores,      pues muchas gracias Don Teloy por sus palabras y por el apoyo económico, no lo defraudare,    contesto Don R   y con su permiso me retiro para llegar hoy mismo a Carral y empezar lo más  pronto que pueda mi propio negocio,   decía don Abundio “ pos ya en el agua, hay que moverse pa no hundirse”

 

CONTINUARA

 

 

COMO QUERIENDO VOLAR

 

Don R venia llegando de Corestes y fue rápido al banco  a hacer unos depósitos que traía en efectivo para no correr riesgos, decía Don Hipólito “no hay que tentar  a los que están tentados”, una vez que hizo los depósitos  fue a saludar al Gerente, que antes había sido su jefe  cuando Don R   trabajaba  ahí en el banco  y para su sorpresa y fortuna ahí estaba  Don Teloy Tallina, dueño del banco,      Don Teloy, que gusto saludarlo   dijo Don R,        R   igual gusto verte, se que ya estás en Corestes trabajando para  los de la “Tilla de Grado”, los vas a ser crecer mucho y no te van a pagar más que unos pesillos,  ya ves como son mis paisanos;  pero el día que quieras y tengas la inquietud de volar solo,  yo te apoyo,  confió en ti y sé que no me defraudaras,  ya trabaste aquí en el banco y nunca te falto  ni un centavo,  ya tienes rato con ” La Tilla de Grado”, primero aquí en Carral y ahora te mandan a Corestes  a que manejes  el  negocio allá, por algo será,  mis paisanos serán lo que serán,  pero pendejos no son,  mas bien “listillos”; así que ya lo sabes,  cuando estés decidido háblame o búscame en Tihuahua para ayudarte a volar solo,  además espero que sigas siendo cliente nuestro ya después,       Muchas gracias Don Teloy, lo tomare muy en cuenta    dijo Don R,      dio media vuelta y se retiro del banco con una sensación de que empezaba como a flotar, decía Don Alcibíades “ agárrenme porque si  no me pierden”.

 

El  pueblo de Corestes estaba empezando a crecer desde los treintas (1930), su ubicación geográfica  en el norte campirano de Turango , su acceso por tren, su cercanía a Carral,  su cercanía a los diversos caminos vecinales regionales , su acceso a la zona serrana, algunos desarrollos mineros que empezaban en sus alrededores , todo esto lo hacía interesante para los ojos de los paisanos  del otro continente que ya estaban hacia tiempecito haciendo negocio en Carral y vieron una oportunidad de ampliar su negocio instalando una sucursal de la “Tilla de Grado” en Corestes  para dominar esta región también;  para esto,  decidieron mandar a Don R, que ya tenía algún tiempo trabajando en la “Tilla de Grado” de Carral  y experiencia anterior en el mundo del abarrote,  aparte era de por esos rumbos y más que todo ,se le veía madera al muchacho, decía Don celestino “ de buen árbol, salen buenas tablas” .

 

Con todo el temor del mundo y todas las dudas posibles, pero con mayores ganas y deseos de salir adelante,  Don R decidió ir a visitar a Don Teloy a Tihuahua esperando que sus palabras en el banco  de un tiempo atrás no hubieran sido una hablada,  decía Don Onofre “ de esa lengua me echo un taco”; le tomo todo el día llegar a Tihuahua,  se instalo en una posada cerca del centro  cerca del banco, pues pensaba ir al banco en la mañana temprano, pues sabía que Don Teloy era madrugador  para eso de la chamba, decía Don Crisistomo” al ojo del amo engorda el caballo”; y así fue, al día siguiente se apersono a la hora de la apertura del banco al público y pregunto por Don Teloy,  no espero mucho cuando oyó la voz de  el que le decía,      pásale  R  a mi oficina, ya sabía que no tardarías mucho en venir, no creo que vengas nada mas a saludarme verdad ¿               pues vengo a buscar su apoyo como usted  me lo ofreció hace poco,  estoy decidido a hacer    negocio por mi cuenta, ya no quiero trabajar para otros,  comento Don R,       ya sopesaste bien los pros y contras ¿  porque aparte del  valor y los destos que hay que tener, también hay que echarle cabeza fría para medir  que se requiere para  que el negocio tenga éxito,    le pregunto Don Teloy,          Si Don Teloy,  ya tengo tiempo en este negocio y ya aprendí  de sus paisanos lo que se requiere para la comerciada ,  conozco muy bien la zona y trabajo para los que serán mi competencia, así que lo que me falta es aventarme al  agua y algo con que flotar,  comento Don R,     bueno, pues que apoyo es el que requieres  o en qué cantidad estas pensando,  le pregunto Don Teloy,      pues yo pensaba si usted pudiera prestarme unos diez mil pesos para poder empezar,   comento Don R,       Que ¿  le dijo Don Teloy,    A Don R se le vino el mundo encima, pensó,  le pedí mucho,    continuo Don Teloy hablando,    diez mil pesos,  que vas a jugar a las muñequitas, o a la comidita ¿    no señor, como tengo confianza en ti, te voy a prestar cincuenta mil pesos para que no batalles,  rápido crezcas y puedas hacerle la competencia  a mis paisanos en aquellas tierras;  cuando ya los necesites, preséntate en el banco en Carral y solicitárselos al gerente, yo le daré instrucciones para que te los proporcione y que te abra una cuenta para que sigas siendo cliente nuestro,  se que vas a salir adelante, así que no pierdas tiempo con dudas y te veré en Carral ya cuando estés encarrilado,  Don R comento,   pero Don Teloy es mucho dinero, yo creo que …. Lo interrumpió Don Teloy, mira R, en este negocio del banco ya he aprendido a conocer a la gente y  saber a quién le va a ir bien y a quien no prestarle, así  que siento que contigo no corro riesgos mayores,      pues muchas gracias Don Teloy por sus palabras y por el apoyo económico, no lo defraudare,    contesto Don R   y con su permiso me retiro para llegar hoy mismo a Carral y empezar lo más  pronto que pueda mi propio negocio,   decía don Abundio “ pos ya en el agua, hay que moverse pa no hundirse”

 

CONTINUARA

 

 

 

 

 

 

COMO QUERIENDO VOLAR

 

Don R venia llegando de Corestes y fue rápido al banco  a hacer unos depósitos que traía en efectivo para no correr riesgos, decía Don Hipólito “no hay que tentar  a los que están tentados”, una vez que hizo los depósitos  fue a saludar al Gerente, que antes había sido su jefe  cuando Don R   trabajaba  ahí en el banco  y para su sorpresa y fortuna ahí estaba  Don Teloy Tallina, dueño del banco,      Don Teloy, que gusto saludarlo   dijo Don R,        R   igual gusto verte, se que ya estás en Corestes trabajando para  los de la “Tilla de Grado”, los vas a ser crecer mucho y no te van a pagar más que unos pesillos,  ya ves como son mis paisanos;  pero el día que quieras y tengas la inquietud de volar solo,  yo te apoyo,  confió en ti y sé que no me defraudaras,  ya trabaste aquí en el banco y nunca te falto  ni un centavo,  ya tienes rato con ” La Tilla de Grado”, primero aquí en Carral y ahora te mandan a Corestes  a que manejes  el  negocio allá, por algo será,  mis paisanos serán lo que serán,  pero pendejos no son,  mas bien “listillos”; así que ya lo sabes,  cuando estés decidido háblame o búscame en Tihuahua para ayudarte a volar solo,  además espero que sigas siendo cliente nuestro ya después,       Muchas gracias Don Teloy, lo tomare muy en cuenta    dijo Don R,      dio media vuelta y se retiro del banco con una sensación de que empezaba como a flotar, decía Don Alcibíades “ agárrenme porque si  no me pierden”.

 

El  pueblo de Corestes estaba empezando a crecer desde los treintas (1930), su ubicación geográfica  en el norte campirano de Turango , su acceso por tren, su cercanía a Carral,  su cercanía a los diversos caminos vecinales regionales , su acceso a la zona serrana, algunos desarrollos mineros que empezaban en sus alrededores , todo esto lo hacía interesante para los ojos de los paisanos  del otro continente que ya estaban hacia tiempecito haciendo negocio en Carral y vieron una oportunidad de ampliar su negocio instalando una sucursal de la “Tilla de Grado” en Corestes  para dominar esta región también;  para esto,  decidieron mandar a Don R, que ya tenía algún tiempo trabajando en la “Tilla de Grado” de Carral  y experiencia anterior en el mundo del abarrote,  aparte era de por esos rumbos y más que todo ,se le veía madera al muchacho, decía Don celestino “ de buen árbol, salen buenas tablas” .

 

Con todo el temor del mundo y todas las dudas posibles, pero con mayores ganas y deseos de salir adelante,  Don R decidió ir a visitar a Don Teloy a Tihuahua esperando que sus palabras en el banco  de un tiempo atrás no hubieran sido una hablada,  decía Don Onofre “ de esa lengua me echo un taco”; le tomo todo el día llegar a Tihuahua,  se instalo en una posada cerca del centro  cerca del banco, pues pensaba ir al banco en la mañana temprano, pues sabía que Don Teloy era madrugador  para eso de la chamba, decía Don Crisistomo” al ojo del amo engorda el caballo”; y así fue, al día siguiente se apersono a la hora de la apertura del banco al público y pregunto por Don Teloy,  no espero mucho cuando oyó la voz de  el que le decía,      pásale  R  a mi oficina, ya sabía que no tardarías mucho en venir, no creo que vengas nada mas a saludarme verdad ¿               pues vengo a buscar su apoyo como usted  me lo ofreció hace poco,  estoy decidido a hacer    negocio por mi cuenta, ya no quiero trabajar para otros,  comento Don R,       ya sopesaste bien los pros y contras ¿  porque aparte del  valor y los destos que hay que tener, también hay que echarle cabeza fría para medir  que se requiere para  que el negocio tenga éxito,    le pregunto Don Teloy,          Si Don Teloy,  ya tengo tiempo en este negocio y ya aprendí  de sus paisanos lo que se requiere para la comerciada ,  conozco muy bien la zona y trabajo para los que serán mi competencia, así que lo que me falta es aventarme al  agua y algo con que flotar,  comento Don R,     bueno, pues que apoyo es el que requieres  o en qué cantidad estas pensando,  le pregunto Don Teloy,      pues yo pensaba si usted pudiera prestarme unos diez mil pesos para poder empezar,   comento Don R,       Que ¿  le dijo Don Teloy,    A Don R se le vino el mundo encima, pensó,  le pedí mucho,    continuo Don Teloy hablando,    diez mil pesos,  que vas a jugar a las muñequitas, o a la comidita ¿    no señor, como tengo confianza en ti, te voy a prestar cincuenta mil pesos para que no batalles,  rápido crezcas y puedas hacerle la competencia  a mis paisanos en aquellas tierras;  cuando ya los necesites, preséntate en el banco en Carral y solicitárselos al gerente, yo le daré instrucciones para que te los proporcione y que te abra una cuenta para que sigas siendo cliente nuestro,  se que vas a salir adelante, así que no pierdas tiempo con dudas y te veré en Carral ya cuando estés encarrilado,  Don R comento,   pero Don Teloy es mucho dinero, yo creo que …. Lo interrumpió Don Teloy, mira R, en este negocio del banco ya he aprendido a conocer a la gente y  saber a quién le va a ir bien y a quien no prestarle, así  que siento que contigo no corro riesgos mayores,      pues muchas gracias Don Teloy por sus palabras y por el apoyo económico, no lo defraudare,    contesto Don R   y con su permiso me retiro para llegar hoy mismo a Carral y empezar lo más  pronto que pueda mi propio negocio,   decía don Abundio “ pos ya en el agua, hay que moverse pa no hundirse”

 

CONTINUARA