Topa, topa

EL Rebote

TOPA, TOPA,    PICKI YOU, PICKI YOU

Para que no se la hicieran de tos o bronca, Don R saco a escondidas sus tenis y los metió a la cajuela de su carro;  en la tarde tenía pensado ir un rato a jugar “Rebote”, que exigía esfuerzo y a su edad podría ser peligroso y Doña Ch se lo recordaba seguido, pero de cualquier manera, con bronca y todo,  se aventaba sus partidos y una que otra cerveza.

Uno de los deportes mas antiguos en Carral era el Rebote, deporte venido de la Madre Patria, traído por los Vascos,  “joder”, se juega con una palmeta de madera gruesa en forma de media paleta, la bola es un poco menor a una bola de tenis pero con mucha dureza, revestida de cuero; la cancha es en forma de “L” invertida, hay una pared  enfrente y al lado derecho esta la otra pared, dichas paredes tiene como siete metros de altura y de largo tiene de 36 a 54m, y el juego por lo general es de dos contra dos o tres contra tres.

EL REBOTE, así se llamaba el lugar, (así se llama el juego también) estaba ubicado por el barrio del Conejo,  barrio  bravo, en una calle arroyo o arroyo calle sin pavimentar;   las instalaciones por demás rusticas, un medio cuarto con barra cantinera y mesas,  afuera de este,  un medio techo muy fregado,  mesas dispersas y sillas varias y la cancha del  Rebote  bastante peloteada;  pero todas las tardes había movimiento,  había cotorreo, había esparcimiento, había cervecitas, había una que otra puesta, había gritos,  había madreada y mucho doble sentido, decía Don  Nicho “Tu ponte, que yo te pongo”, o sea que en la audiencia había de todo, menos gente “nice”, era un deporte, decía Don Leobardo “de rompe y razga” pala pura raza.

Como a las cinco de la tarde empezaban los primeros partidos y ya mas  tarde con el sol empezando a decaer empezaban los partidos con jugadores mas calificados y las apuestas empezaban a moverse,  Don R aprovechando que estaba en Carral,  llegaba a esa  hora, después de haber sacado los pendientes de sus negocios, se sentaba en una de las sillas exteriores junto a cualquiera y empezaba a informarse de los partidos anteriores ,  no faltaba quien lo empezara  a calentar(animar) para que se metiera a jugar;  Ya conocía a todos los jugadores, algunos viejos que habían jugado con el y a otros mas jóvenes, así que apostar y ganar no le era difícil.

Se termino una tregua(partido) y los que ganaban se quedaban a seguir jugando con la siguiente pareja retadora,  Don R le pregunto “al Popeye”, como ves?, les damos una entradita?,    claro Don R  ya  estamos dándoles,  yo juego atrás  “paque” no se force mucho y además usted domina los rincones adelante;   el dizque coordinador, cerveza en mano anunció la siguiente pareja,  “el Popeye y Don R” los cuales entraron y empezaron a dar pelotazos para entrar en calor y afinar punterías, después de unos cinco minutos se declararon listos para empezar,   la raza seguía cruzando apuestas cuando el coordinador gritó “vámonos con el siguiente, paren apuestas”; la pareja contraria eran dos jóvenes hábiles  y con la energía de la juventud, decía don Nestor,            “Namás préstenme unos años, que las mañas ya las tengo”,     el Popeye le dijo a Don R, yo le grito cuando me ayude, y sin mayores preámbulos se inicio el juego.

El juego era a 21 puntos(tantos), se ganaba el punto cuando la pelota botaba dos veces (como en el tenis), cuando salía de la cancha sin botar o cuando pegaba debajo de una línea de lámina que estaba en la pared frontal;  por lo general los jugadores de atrás eran los que manejaban el juego dado que la mayor parte de la acción se desarrollaba en ese sector de la cancha, a palmetazo y palmetazo, decía Don Ezequiel “a puros chingadazos” , la bola nada más zumbaba y los de adelante tenían que estar listos para que no les tocara un pelotazo mal disparado, porque el dolor era de muerte;   el juego lo empezaron ganando los jóvenes, pero al rato, Don R y el Popeye sacaron la experiencia , decía Don Saul “con el colmillo pueden hacer zurcos en la cancha” y emparejaron el juego;   gritaba el Popeye, “topa, topa” y Don R tenía que pegarle a la bola de aire para evitar que botara  se saliera de la cancha a un lugar inaccesible perdiendo el punto,  o gritaba “picki you, picki you” y Don R tenía que pegarle a la bola de bote pronto (en cuanto tocaba el suelo) para evitar que el golpe no le quedara muy incómodo al “Popeye”   o que la perdiera por quedar la bola inalcanzable;   

 Por las paredes y lo cerrado del lugar, los gritos resonaban y retumbaban en todo El REBOTE,   TOPA, TOPA  O PICKY YOU, PICKY YOU,  el coordinador gritaba el score para que no hubiera duda,   DIEZ Y OCHO VS DIEZ Y SEIS  DON R,   el Popeye le dijo a Don R,   “suéltese rinconeando ” es usted un mago para eso (Don R topaba la bola y hacia que pegara en la parte baja donde se juntaban las dos paredes de enfrente, justo arriba de la lamina, así que la bola botaba muy poco y el contrario no llegaba, la bola daba dos botes y perdían el punto),  llegaron a 19 tantos;   en el siguiente punto Don R hizo un saque y  la bola después del primer bote se pegó demasiado a la pared,  tanto que el contrario por tratar de pegarle astilló la palmeta y el golpe salió defectuoso, perdiendo el punto; las mentadas de madres y otra serie de monerías salieron con facilidad de la boca del “tuercas”, su compañero “el rayo” le gritó “no seas pendejo, mídela  bien, pareces nuevo;  “El  tuercas”  cambió de palmeta y ganaron los siguientes dos puntos,   DIEZ Y NUEVE VS DIEZ Y OCHO DON R,  gritó el coordinador,       “órale Don R, el último tirón” dijo el Popeye.   Don R volvió a sacar muy incómodo, “el tuercas” la contestó como pudo, pero Don R la “rinconeó” y ganaron el punto; el coordinador gritó VEINTE A DIEZ  Y OCHO DON R,  LA NOVIA,  (se decía la novia cuando faltaba un punto para que se acabara el juego, era el que llegara primero a 21 puntos).  Don R volvió a sacar incómodo,  “el tuercas” la contestó mal, y “el Popeye” aprovechó,  trazó una línea desde atrás y la bola pegó justo arriba de la lámina, “el rayo” no pudo llegar y el juego se acabó; Don R y su compañero salieron de la cancha, mientras “el tuercas” y ”el rayo” se trenzaban a mentadas y a insultos por haber perdido el juego, el coordinador gritó VEINTE Y UNO VS DIEZ Y OCHO DON R, JUEGO; 

Don  R y “el Popeye” se sentaron  a echarse una cervecita muy merecida, muy trabajada,  el coordinador les llevó el dinero de la apuesta (que no llegaba a gran cosa, simplemente era para darle interés al juego) y comentó,  “Listo pal siguiente Don R?,  “el tuercas” quiere la revancha y aumentar la apuesta “,    “No, no, que te pasa  Chente, yo ya quedé muy bien  servido , “no tengo treinta años, nada mas tengo setenta”,  les damos la revancha otro día”, dijo Don R, se terminó sus dos cervecitas. Mientras le traían la cuenta se quitó los tenis y se puso los zapatos y ya pardiando la tarde salió del REBOTE,  con una sonrisa de satisfacción, sabiendo que todavía las podía.  Guardó los tenis y la palmeta en la cajuela del carro y enfiló para su casa, mientas en el REBOTE se oÍan los gritos de   “TOPA, TOPA, PICKI YOU, PICKI YOU”.

 

Llegó y Doña Ch estaba en el salón de la tele tejiendo un rato, lo vio y le comentó “cómo estuvo la jugadita de rebote?”,  “Cuál jugadita , nada mas fui a ver un rato”, contestó Don R,   “Entonces porque traes los pantalones  arremangados?” , le dijo Doña Ch.   Don R supo que lo habían pescado, pero contestó “ Estaba muy polvoso y estos pantalones me arrastran un poco y se metió a su recamara a cambiarse antes de que aumentara la polvareda.